DISMENORREA
Dolor durante la menstruación de
tipo cólico en la porción inferior del abdomen presente durante 3 ciclos
menstruales; cuya evolución clínica varía entre 4 hrs hasta 4 días.
Se clasifica en primaria y
secundaria.
FACTORES DE RIESGO
IMC <20
Tabaquismo
Menarca temprana
Flujo menstrual anormal y
prolongado
Síndrome premenstrual
Enfermedad pélvica crónica
Infertilidad
Pérdida gestacional recurrente
Depresión
Ansiedad
Abuso sexual
Alcohol
Drogas
DISMENORREA PRIMARIA
-
Inicia pocos meses después de la menarca.
-
Dolor referido en abdomen inferior o pélvico
que frecuentemente inicia con el flujo menstrual y dura 48 a 72 horas.
-
Dolor en la parte baja de la espalda y cara
anterior del muslo que se puede acompañar de diarrea, náusea y vómito.
-
No se encuentran hallazgos anormales a la
exploración física.
DISMENORREA SECUNDARIA
DISMENORREA SECUNDARIA
-
Inicia en cualquier momento después de la
menarca.
-
Los pacientes pueden referir cambios en el
momento de inicio del dolor durante el ciclo menstrual o en la intensidad del
dolor.
-
Generalmente están presentes otros síntomas
ginecológicos como dispareunia, sangrado poscoito y menorragia.
-
Exploración física demuestra alguna
anormalidad.
En la dismenorrea generalmente no se afectan las actividad es cotidianas de las pacientes y requieren analgésicos leves, en la dismenorrea moderada ya existe una reducción en las actividades cotidianas (laborales y escolar es) y requiere la utilización regular de analgésicos; por último en la dismenorrea severa la paciente es incapaz de llevar a cabo sus actividades cotidianas (escolar es y laborales), los analgésicos generalmente no alivian el dolor y se acompaña de náuseas y vómitos. La dismenorrea primaria es más común que se presente antes de los 20 años y afecta aproximadamente 80% de las mujeres caucásicas y tiende a disminuir después de los 20 años.
FISIOPATOLOGÍA
Una gran cantidad de estudios sobre la patogénesis de la dismenorrea primaria se han enfocado en el ambiente uterino local. Atribuyendo como causa de los calambres y cólicos menstruales a los cambios fisiopatologicos del periodo postovulatorio, en los cuales existe una elevación y caída de la progesterona que lleva a un aumento en la liberación de prostaglandinas (P G) que produce una mayor contracción uterina y a la irritación en las terminaciones de las fibras nerviosas miometriales .
Los estudios realizados sobre eicosanoides (prostaglandinas y leucotrienos) sugieren que los niveles elevados de estos lípidosbiologiocamente activos son los factores clave responsables de la dismenorrea ocasión ando hiperalgesia y dolor inflamatorio, así como a través de una disminución en el umbral al dolor durante la menstruación.
Se ha demostrado que la disminución de los niveles de progesterona uterina en la fase lútea tardía durante la descamación endometrial hace que desparezca la inhibición de la producción de ácido araquidónico, sustrato de la ciclo-oxigenasa (COX-2) y lipo-oxigenas a para la producción de los eicosanoides (prostagl andinas y leucotri enos).
La secreción reducida de progesterona durante la fase lúte a lleva a una desestabilización de la membrana lisosomal, la cual al romperse va a liberar fosfolipasa A2, la cual va actuar sobre los fosfolipidos de la membrana celular y liberar ácido araquidónico, sustrato para la producción de los eicosanoides vía cicloxigenasa (PG E2, P GF2-alfa) y lipoxigenasa (leucotri enos B4, y C4) que van estimular la contracción del musculo liso, producir vasoconstricción, isquemia e hipoxia miometrial, que se puede acompañar de náuseas , vómito y diarrea.
Las prostaglandinas incrementan el tono de reposo del miometrio, incrementando las contracciones (frecuencia y amplit ud) y un incremento en las contracciones disritmicas. La vasoconstricción inducida por PG, lleva a isquemia tisular así como a la sensibilización de las terminaciones nerviosas miometriales a varios mediadores químicos del dolor. La vasopresina es otro mediador potenc ial en la patogénesis de la dismenorrea que puede llevar a mayor contracción miometr ial y más dolor, aunque los datos son conflictivos con respecto a si existen niveles elevados de vasopresina circulan te en pacientes con dismenorrea primaria.
EXPLORACIÓN FÍSICA
1.
En las adolescentes sin vida sexual, con cuadro característico de
dismenorrea primaria el examen pélvico no es necesario, pero se sugiere la
revisión de genitales externos, buscando algún dato de patología obstructiva;
pudiendo realizar una exploración recto-abdominal para buscar hipersensibilidad
y tumoración anexial.
2.
En las pacientes con vida sexual activa se debe de realizar una
exploración pélvica bimanual y con espejo para descartar alguna patología agregada.
3.
El diagnóstico diferencial de dismenorrea debe hacerse entre:
dismenorrea primaria y dismenorrea secundaria. En esta última puede haber
(endometriosis, síndrome adherencial, enfermedad pélvica inflamatoria, miomas,
síndrome congestión pélvica…)
PRUEBAS
DIAGNÓSTICAS
Las
indicaciones de ultrasonido pélvico son las siguientes:
·
Paciente con dismenorrea sin respuesta al tratamiento previo.
·
Pacientes que por hallazgos clínicos se sospecha patología
agregada.
·
En adolescentes en quienes el examen pélvico es imposible.
·
Si la paciente ya inicio vida sexual se sugiere realizar USG
endovaginal.
TRATAMIENTO
FARMACOLÓGICO
Aines: El acetaminofén
es un analgésico antipirético con efecto débil como inhibidor de la
ciclooxigenasa. Produce analgesia disminuyendo el umbral al dolor, teniendo
buena tolerancia gastrointestinal, indicado en casos de dismenorrea leve. Se
recomienda que su uso sea de dos a tres días antes del ciclo menstrual y dos a
tres días después del inicio de la menstruación.
Anticonceptivos
orales: suprimen la ovulación y restringen el crecimiento endometrial,
disminuyendo la producción de prostaglandinas y del volumen catamenial, con lo
que mejora la sintomatología de esta enfermedad.
TRATAMIENTO
NO FARMACOLÓGICO
Ejercicio:
mejora la dismenorrea primaria.
Medicina
alternativa: se recomienda la ingesta de vitamina B1 y B6 100 mg diarios
mostrando efectividad en la reducción de dismenorrea primaria. Ingesta de
aceite de pescado y aceite de bacalao reduce la necesidad de uso de analgésicos
o antipiréticos.
Electroestimulación
y acupuntura.
SÍNDROME PRE MENSTRUAL
El síndrome premenstrual (SPM), denominado
también tensión premenstrual, es un trastorno recurrente que suele acompañar a
los dolores menstruales. Engloba al conjunto de síntomas, molestos y
repetitivos, que pueden presentar la mayoría de las mujeres con mayor o menor
intensidad, unos días antes de la regla (de 1 a 2 semanas antes de la
menstruación, es decir, en la segunda mitad del ciclo) y que suelen desaparecer
la víspera o el primer o segundo día del inicio de la regla. Aunque esto es lo
más habitual, estos síntomas también podrían prolongarse y continuar durante la
menstruación, desapareciendo completamente después de ésta. El SPM es más
frecuente en mujeres de edades comprendidas entre los 20 y 45 años, aunque
puede aparecer en cualquier época de la vida reproductiva. Por otro lado, se ha
visto que las mujeres tienden a presentar el SPM con más gravedad cuando
coincide con situaciones de estrés.
CAUSAS
Puede que no haya una causa única dada la
diversidad de síntomas, pero que su aparición está relacionada con los cambios
hormonales que acontecen tras la ovulación es evidente. Así, aunque las causas
no están del todo determinadas, los cambios en las concentraciones sanguíneas
de las hormonas que intervienen en el ciclo ovulatorio en la fase final de
éste, es decir, antes de la menstruación (déficit de progesterona y exceso de
estrógenos), las modificaciones en los valores de los neurotransmisores (como
la serotonina) y de las endorfinas han sido implicados en la aparición de este
síndrome. Además, existen teorías que lo relacionan con la nutrición, como
deficiencia de piridoxina (vitamina B6 ), vitamina E, hipoglucemia y
concentraciones bajas de calcio o magnesio. Otros factores asociados que pueden
estar implicados en la aparición y gravedad de los síntomas son el estrés, los
factores psicológicos y socioculturales. Por otro lado, parece que la herencia
puede desempeñar un papel importante en la aparición del SPM, ya que existe una
mayor frecuencia de este síndrome en las mujeres de familias con casos de
depresión.
SÍNTOMAS
Existen más de 150 posibles síntomas asociados
al SPM, y aunque casi todas las mujeres presentan algún síntoma premenstrual
(alrededor de un 80%), éstos pueden variar mucho en su intensidad de una mujer
a otra. En un 30% de ellas, estos síntomas son moderados (han de tomar alguna
medicación para aliviarlos), y sólo en un 5- 10% de las mujeres son lo
suficientemente graves como para impedirles realizar su actividad diaria
normal, perjudicándoles en su trabajo, en su estilo de vida o en las relaciones
interpersonales. Estas mujeres presentan entonces desorden disfórico
premenstrual, que es el grado grave del síndrome premenstrual. La manifestación
más común del SPM es la alteración del ánimo que se traduce en síntomas de
depresión o irritabilidad, insomnio, fatiga, dificultad en la concentración,
etc. Por otro lado, también es muy característica la retención de líquidos que
puede producir mastalgia (dolor en los senos), distensión abdominal, aumento
transitorio de peso y disminución en la cantidad de orina producida. Pero
además hay otros síntomas, no menos importantes, como los dolores de cabeza,
acné, mareos, calambres (parestesias) en las piernas, pequeños hematomas en la
piel de los brazos y piernas, sensación de palpitaciones cardíacas,
estreñimiento, ardor en el estómago, náuseas, vómitos cambios del apetito
(normalmente se da una disminución del apetito) y manía por comer alimentos
específicos (sobre todo, se produce un deseo insaciable de azúcar). Si la mujer
tiene alergias, éstas pueden exacerbarse durante este tiempo. Se puede afirmar
que se trata del SPM cuando se presenta, por lo menos, uno de los síntomas
físicos y otro psíquico, de intensidad moderada o grave, en los días previos a
la menstruación, y siempre de aparición tras la ovulación, durante 2 o más
ciclos menstruales.
T RATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Cuando
el problema es de hinchazón generalizada y de aumento de peso o dolor mamario,
el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y de determinados diuréticos,
puede ser eficaz. En el caso de que las molestias cíclicas sean muy intensas e
incapacitantes, el médico sugerirá iniciar un control hormonal de la situación,
para ello, recomendará anticonceptivos orales que regularán las modificaciones
cíclicas que conducen al SPM. En otras situaciones, la recomendación será
administrar progesterona durante los 10 a 12 días previos a la menstruación
asociados a estrógenos y progestágenos en dosis bajas. Si la ansiedad, los
cambios de carácter o los estados depresivos son intensos, la psicoterapia de
apoyo o la indicación de fármacos ansiolíticos o antidepresivos podrá ser
contemplada.
TRATAMIENTO NO FARMACOLÓGICO
ü
Una
dieta equilibrada, variada, rica en vegetales (fruta, hortalizas, verduras,
cereales integrales, legumbres) y pobre en grasa saturada (de origen animal),
así como comer pequeñas cantidades con intervalos más cortos de tiempo (de 4 a
5 comidas diarias) disminuye la incidencia de los síntomas premenstruales.
ü
Es
importante asegurar el aporte suficiente de vitamina B6, vitamina E, magnesio,
calcio y ácidos grasos esenciales.
ü
También
es importante disminuir el consumo de azúcares, evitar el consumo de tabaco, el
de alcohol y reducir el de cafeína y otras bebidas estimulantes (café, té,
chocolate, bebidas de cola). Asimismo, es recomendable disminuir el consumo de
sal, ya que su consumo excesivo puede producir retención de líquidos en los
tejidos, lo que agrava el síndrome premenstrual.
ü
Tratar
de evitar las situaciones de estrés, tanto familiar como laboral en los días
previos a la menstruación. Para ello es muy útil practicar algún método de
relajación, yoga, meditación o ejercicios de respiración y practicarlos siempre
que sea necesario.
ü
Realizar
ejercicio físico suave y regularmente en los días previos a la regla, ayuda a
suavizar los síntomas. Asimismo, parece que tiene un efecto positivo sobre los
síntomas de retención de líquidos.
ü
Aunque
el síndrome premenstrual es un trastorno muy habitual, si los síntomas son muy
graves, debe remitirse a la paciente a su ginecólogo.
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