CONSENTIMIENTO INFORMADO
El consentimiento
informado, más que un documento formal, es un modelo de una virtuosa relación
entre los profesionales de salud y los pacientes (y familiares), donde el
respeto por la autonomía y autodeterminación del sujeto afectado por la
enfermedad, es el principio más importante en el proceso de decisión del
paciente acompañado por el médico.
El consentimiento informado es la expresión
tangible del respeto a la autonomía de las personas en el ámbito de la atención
médica y de la investigación en salud. El consentimiento informado no es un
documento, es un proceso continuo y gradual que se da entre el personal de
salud y el paciente y que se consolida en un documento.
Mediante el
consentimiento informado el personal de salud le informa al paciente
competente, en calidad y en cantidad suficientes, sobre la naturaleza de la
enfermedad y del procedimiento diagnóstico o terapéutico que se propone
utilizar, los riesgos y beneficios que éste conlleva y las posibles alternativas.
El documento escrito sólo es el resguardo de que el personal médico ha
informado y de que el paciente ha comprendido la información. Por lo tanto, el
consentimiento informado es la manifestación de la actitud responsable y
bioética del personal médico o de investigación en salud, que eleva la calidad
de los servicios y que garantiza el respeto a la dignidad y a la autonomía de
las personas.
El consentimiento
informado consta de dos partes:
Derecho
a la información: la información brindada al paciente debe ser clara, veraz,
suficiente, oportuna y objetiva acerca de todo lo relativo al proceso de
atención, principalmente el diagnóstico, tratamiento y pronóstico del
padecimiento. De la misma manera es importante dar a conocer los riesgos, los
beneficios físicos o emocionales, la duración y las alternativas, si las
hubiera.
Libertad
de elección: después de haber sido informado adecuadamente, el paciente tiene
la posibilidad de otorgar o no el consentimiento, para que se lleven a cabo los
procedimientos. Es importante privilegiar la autonomía y establecer las
condiciones necesarias para que se ejerza el derecho a decidir.
Cuando se trata de un
procedimiento de riesgo mayor al mínimo, el consentimiento debe ser expresado y
comprobado por escrito, mediante un formulario firmado y será parte del
expediente clínico. Las situaciones en que se requiere el consentimiento
informado escrito, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana del Expediente
Clínico son las siguientes:
Hospitalización en
pacientes psiquiátricos, por mandato judicial, urgencia, peligro de quienes
viven con él y riesgo de suicidio, entre otros.
Intervención
quirúrgica.
Procedimientos para el
control de la fertilidad.
Participación en
protocolos de investigación.
Procedimientos
diagnósticos o terapéuticos que impliquen riesgos físicos, emocionales o
morales.
Procedimientos
invasivos.
Procedimientos que
produzcan dolor físico o emocional.
Procedimientos
socialmente invasivos y que provoquen exclusión o estigmatización.
En los casos de
urgencias en los que no existe la oportunidad de hablar con los familiares, y
tampoco es posible obtener la autorización del paciente, el médico puede actuar
por medio del privilegio terapéutico hasta estabilizarlo y entonces poder
informarle al paciente o a sus familiares. Esto debe quedar bien fundamentado
en el expediente clínico. No debe llevarse a cabo un procedimiento en contra de
la voluntad de un paciente competente, aún cuando la familia lo autorice.
Que debe incluir:
Qué es lo que se le
pide.
Cómo se va a llevar a
cabo.
Quién y cómo va a
proteger sus intereses.
En qué condiciones se
van a conservar su muestra y/o sus datos.
Cuáles son los posibles
inconvenientes que se pueden derivar para él.
Que tiene derecho a
revocar su autorización inicial y a quién debe dirigirse para ello y para
cualquier pregunta que desee hacer (art 59 Ley 14/2007).
Las funciones del CI
son las siguientes:
1. Promover la
autonomía de los individuos
2. Fomentar la
racionalidad en la toma de decisiones médicas
3. Proteger a los
enfermos y a los sujetos de experimentación
4. Evitar el fraude y
la coacción
5. Alentar al auto
evaluación y auto examen de los profesionales de la salud
6. Disminuir recelos y
aliviar temores
7. Introducir en la
medicina una mentalidad más probabilística y con mayor capacidad de hacer
frente a la incertidumbre.
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