VAGINOPLASTÍA
El objetivo de la vaginoplastia es entonar el músculo vaginal,
dando por resultado mayor fuerza y capacidad para contraer.
La vaginoplastia se suele realizar en mujeres que padecen un debilitamiento del soporte de los órganos pélvicos y un ensanchamiento de la vagina como consecuencia de haber tenido varios embarazos y partos.
Además, la pérdida de firmeza del suelo pélvico también
puede producir prolapso uterino (caída y desplazamiento de la vejiga), incontinencia
urinaria, y unas relaciones sexuales de baja intensidad o menor frecuencia
de los orgasmos.
Durante la operación, el músculo estirado en la parte posterior
de la vagina se adjunta y acorta con suturas solubles, mientras que
al mismo tiempo, se quita la piel indeseada. Haciendo esto, los músculos
vaginales y el tejido blando que circundan son apretados; reduciendo
el exceso del lineamiento vaginal, las cicatrices son encubiertas.
Son
diversas la motivación para practicar una vaginoplastia, ya que la cirugía se
la realizan mujeres obesas, con diabetes o colágeno de cualquier
enfermedad, además de por motivos estéticos.
El
procedimiento se puede realizar bajo anestesia general o bajo
anestesia local con sedación y puede requerir una estancia de noche en la clínica o
el hospital. La operación toma generalmente alrededor de una hora para
realizarse.
El procedimiento elegido puede ser diferente dependiendo del tejido fino que necesita ser restaurado, combinado con las metas del paciente. La vaginoplastia es un término general que cubre varios tipos de cirugía reconstructiva.
El
músculo vaginal de la pared puede necesitar la reconstrucción o puede
simplemente necesitar que se quite una parte interna de vagina.
Tipos:
·
Anterior: para corregir los prolapsos de vejiga y
·
Posterior: para corregir el prolapso del recto.
·
Colpoperineoplastia anterior o posterior: se utiliza para corregir,
reducir y tonificar la vejiga o el recto. Mayormente se realiza por
esteticidad.
Los riesgos referentes a esta cirugía, como con la mayoría de los procedimientos invasores, incluyen el sangrado y la infección. Sin embargo, tratándose más específicamente a la vaginoplastia, es el riesgo de la estenosis vaginal posoperativo.
La pérdida de firmeza en el suelo pélvico puede
causar otros problemas o molestias más allá de la disminución de la
sensibilidad en la zona. El problema más habitual suele ser la aparición de
incontinencia urinaria.
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